<script src="https://cdn.jsdelivr.net/npm/publicalbum@latest/embed-ui.min.js" async></script>Estocolmo, la capital de Suecia, es una ciudad que combina a la perfección historia, arquitectura y modernidad. Conocida como la «Venecia del Norte» por sus canales y su ubicación en un archipiélago de 14 islas conectadas por 57 puentes, esta ciudad ha sido un centro cultural, político y económico desde su fundación en el año 1252.
Uno de los lugares más emblemáticos de Estocolmo es el Gamla Stan, el casco antiguo. Fundado en la Edad Media, este barrio es un laberinto de calles adoquinadas, casas coloridas y edificios históricos. Aquí se encuentra el Palacio Real, una imponente estructura barroca construida en el siglo XVIII, que aún hoy es la residencia oficial del monarca sueco.
Muy cerca del Palacio Real, está la Catedral de Estocolmo, también conocida como Storkyrkan. Construida en el siglo XIII, es un ejemplo impresionante de arquitectura gótica con detalles posteriores renacentistas. En su interior, se encuentra la famosa estatua de San Jorge y el Dragón, una obra maestra del siglo XV.
Otro punto de interés imprescindible es el Ayuntamiento de Estocolmo. Inaugurado en 1923, este edificio es famoso por su imponente torre de 106 metros de altura, coronada con las Tres Coronas, símbolo de Suecia. Cada año, el Ayuntamiento alberga el banquete de los Premios Nobel en su Sala Azul y Dorada.
Para los amantes de la historia marítima, una visita al Museo Vasa es imprescindible. Este museo alberga el único barco del siglo XVII completamente intacto que se ha recuperado, el Vasa, que naufragó en 1628 en su viaje inaugural y fue rescatado en 1961.
Estocolmo también cuenta con barrios modernos llenos de historia reciente, como Södermalm. Este distrito, antiguamente hogar de trabajadores, ha evolucionado hasta convertirse en un centro de creatividad, con arquitectura de principios del siglo XX y modernos cafés y galerías.
Una de las estructuras contemporáneas más impresionantes es el Ericsson Globe. Este enorme edificio esférico, terminado en 1989, es una de las arenas más grandes de Suecia y un ícono del diseño moderno.
No se puede hablar de Estocolmo sin mencionar el Skansen, el museo al aire libre más antiguo del mundo. Fundado en 1891, es una ventana al pasado que permite a los visitantes explorar casas, granjas y talleres históricos traídos de diferentes partes de Suecia.
Para disfrutar de vistas panorámicas, recomiendo visitar el Katarinahissen, un ascensor que conecta Södermalm con Slussen. Aunque el ascensor original data de 1883, el actual ofrece una mezcla de historia e impresionantes vistas de la ciudad.
Finalmente, no olvides explorar las islas del archipiélago de Estocolmo. Cada una tiene su encanto particular, pero Djurgården es especialmente notable por su riqueza cultural, que incluye atracciones como el Museo Nórdico y el Museo ABBA.
Estocolmo es una ciudad donde el pasado y el presente se entrelazan de manera perfecta. Desde las históricas calles de Gamla Stan hasta las modernas estructuras como el Ericsson Globe, cada rincón cuenta una historia que merece ser fotografiada y recordada.
