Praga, la encantadora capital de la República Checa, es una ciudad cargada de historia y belleza arquitectónica. Fundada en el siglo IX, ha sido testigo de eventos clave en la historia europea y se ha ganado el sobrenombre de «La ciudad de las cien torres» gracias a su perfil urbano lleno de cúpulas, campanarios y torres medievales. Hoy en día, Praga es una de las ciudades más visitadas del continente, atrayendo a millones de turistas cada año con su impresionante mezcla de estilos arquitectónicos y su rica historia.
Una de las visitas imprescindibles es el Castillo de Praga, considerado el castillo antiguo más grande del mundo, con una historia que se remonta al siglo IX. Este vasto complejo incluye la Catedral de San Vito, un magnífico ejemplo de arquitectura gótica que comenzó a construirse en 1344. Desde el castillo, se obtienen vistas espectaculares de la ciudad.
Al cruzar el Puente de Carlos, un icónico puente de piedra del siglo XIV decorado con 30 estatuas de santos, se llega a la Ciudad Vieja. Este puente, encargado por el emperador Carlos IV, conecta el Castillo de Praga con el casco antiguo y es uno de los lugares más fotografiados de la ciudad.
El corazón de Praga es la Plaza de la Ciudad Vieja, rodeada de edificios históricos que representan una variedad de estilos arquitectónicos, desde el gótico hasta el barroco. Aquí se encuentra el famoso Reloj Astronómico, que data de 1410 y sigue funcionando. Cada hora, figuras mecánicas como «La Muerte» y «Los Apóstoles» se mueven en un espectáculo que atrae a multitudes.
Otro lugar destacado es la Iglesia de San Nicolás, ubicada en el barrio de Malá Strana. Este espléndido ejemplo del barroco fue construido en el siglo XVIII y es conocido por su cúpula y sus frescos impresionantes.
Si eres amante de la arquitectura moderna, no puedes perderte la Casa Danzante, un edificio contemporáneo diseñado en 1996 por Frank Gehry y Vlado Milunić. Su peculiar diseño, que parece estar «bailando», contrasta con los edificios históricos que lo rodean, mostrando el lado innovador de Praga.
Para los interesados en la historia judía, el Barrio Judío, también conocido como Josefov, es una visita fascinante. Aquí encontrarás sinagogas históricas, como la Sinagoga Vieja-Nueva, que data de 1270 y es una de las sinagogas más antiguas en uso continuo del mundo.
Sabores de Praga: La comida típica
Praga no solo cautiva con su arquitectura, sino también con su deliciosa comida callejera. Uno de los platillos más populares es el trdelník, un dulce tradicional hecho de masa enrollada en un cilindro, horneada y cubierta con azúcar y canela. Lo encontrarás en numerosos puestos en la Plaza de la Ciudad Vieja y en el Puente de Carlos. También es imperdible probar el goulash servido en pan de centeno, que puedes degustar en tabernas tradicionales como U Fleku, una de las cervecerías más antiguas de la ciudad.